Desapégate con amor
A veces, la gente que amamos hace algo que no nos gusta o que no aprobamos. Reaccionamos. Reaccionan ellos. Antes de que pase mucho tiempo, todos estamos reaccionando unos hacia otros y el problema crece.
¿Cuándo nos desapegamos? Cuando estamos enganchados en una reacción de ira, miedo, culpa o vergüenza. Cuando quedamos enganchados en un juego de poder, un intento por controlar o forzar a los demás a que hagan algo que no quieren hacer. Cuando la forma como estamos reaccionando no está ayudando a la otra persona o solucionando el problema. Cuando la forma como ellos están reaccionando nos está lastimando.
Con frecuencia, es tiempo de desapegarnos cuando el desapego parece lo menos probable, o lo menos posible, que podemos hacer.
El primer paso hacia el desapego es comprender que reaccionar y controlar no ayudarán.
El siguiente paso es ponernos en paz, centrarnos y restaurar nuestro equilibrio.
Da un paseo. Abandona una habitación. Asiste a una reunión. Date un largo baño de agua caliente. Llama a un amigo o amiga. Llama a Dios. Respira profundamente. Encuentra la paz. De ese lugar de paz, al centrarte, surgirá una respuesta, una solución.
Hoy me someteré y confiaré en que la respuesta está cerca.
– Melody Beattie
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