Social icons

Vida slow

Hace casi una década descubrí el minimalismo y comencé a caminar hacia una vida más simple practicando el arte de vivir despacio. No lo veía como una meta final, sino como una forma de experimentar a diario la vida que soñaba: disfrutando más el presente, los momentos junto a mi familia, los amaneceres, los atardeceres. Me alejé del foco en las cosas materiales, del desorden y la acumulación que suelen acompañarlas, del estrés, los afanes y las ocupaciones que trae el día a día en este mundo agitado que nos rodea.

Sin embargo, a pesar de que por fuera todo parecía "perfecto", por dentro realmente estaba destruida. Emocionalmente había almacenado muchas cosas y me había resignado a vivir una vida que se sentía miserable.

Un día llegó lo que yo llamo la gran destrucción, la que me hizo ver que resignarme dolía más que hacer cualquier otra cosa. Comprendí que yo misma había caminado hasta allí, que no era una víctima. Necesitaba tomar responsabilidad para crear una vida diferente, así que decidí buscar a Dios y ayuda profesional. Comencé terapia y un programa de restauración, los cuales me han brindado herramientas valiosas para salir de los ciclos compulsivos en los que he vivido toda mi vida (codependencia y adicción a las compras).

Aquí he ido armando la colección de mis lecciones aprendidas respecto a bienestar emocional, minimalismo y el arte de vivir despacio. Ha sido un proceso de subidas y bajadas, cero perfecto, con escritos que me sirven de recordatorio cuando estoy en los momentos más oscuros. No soy experta en nada; solo espero que algo de esto resuene contigo, te anime, ayude e inspire a encaminarte consciente e intencionalmente a crear la vida que tú sueñas!.

Publicar un comentario

Con tecnología de Blogger.