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1 nov 2022

Recuerda volver a lo básico

Sana la codependencia, las emociones y practica el arte de vivir despacio (slow living)

Mi foto de portada de esta publicación produce muchos sentimientos encontrados. Minutos antes había visto algo que no solo no me gustó sino que rompió mi corazón, yo sabía que era cuestión de tiempo para enterarme de eso que llevaba años tratando de evitar que ocurriera y para ver que mis mejores esfuerzos por evitarlo no habían servido para nada. Era claro que necesitaba dejar de intentar controlar lo que estaba fuera de mi control y enfocarme en lo que si… solo que en ese momento no lo sabia y mis pensamientos codependientes me insistían que los resultados si dependían de mí así que debía esforzarme y aguantar aún más.

Un poco más de tres años después entiendo que todas esas situaciones dolorosas que pronto se iban a complicar eran necesarias, hacían parte de mi historia y de mi proceso de sanidad, hoy tengo una nueva perspectiva de ese momento, sin embargo, he recibido tanta información para entender cómo fue que llegué a ese lugar de mi vida que es fácil perderse y desenfocarse de lo verdaderamente importante. Es necesario volver a lo básico.

Pero qué sería lo básico?

La respuesta está en poner en acción toda esa información que he aprendido sobre «la importancia de sanar» y eso se traduce en aceptar la realidad, prácticar la gratitud y recordar que el perdón es la clave de la sanidad. Suena tan sencillo, pero a la vez tan difícil. Es solo eso? Cómo eso podría reparar tantas cosas que se rompieron y que parece que nunca podrán resucitar?.


Cuando falle todo lo demás, regresa a lo básico. La gratitud y la aceptación funcionan.
– Melody Beattie

La teoria dice que cuando uno ya no está en negación, acepta que ocurrieron cosas dolorosas y perdona puede tomar mejores decisiones que las que uno tomaria desde un corazón roto y lleno de rabia. No es fácil (para nada), sobre todo cuando estamos en modo víctima y el odio hacia Dios, las personas y/o la vida parece ser lo único que emana del corazón.

Pero sobre todo en esos momentos cuando llega la crisis de fé, volver a lo básico es recordar ir a Dios, viendo la realidad como es, recordando la gracia y la historia de Jesús. No fue acaso un fracaso todos los intentos humanos por intentar acercarse a Dios a través de sacrificios y reglas? No fue acaso que Dios ya nos dió el perdón como un regalo inmerecido? No es acaso básico que la forma de acceder a ese perdón es tan solo creyendo que Jesús pagó un precio que no le correspondía a Él sino a nosotros?. Acaso Dios no nos afirma que «su gracia es suficiente pues su poder se perfecciona en nuestra debilidad»¹?. Es básico: el regalo ya está, que tu decidas aceptarlo o no está en ti.

Y que bueno es recordarlo pues resulta que no depende de qué tanto me esfuerzo por negar lo que pasó o me afano para ser la persona mas sana o espiritual del mundo, sino de qué tanto me dirijo hacia el que ya ha prometido sanar, reparar y restaurar la tranquilidad, los sueños rotos y todo eso que se quebró, a rendirme en sus brazos (reconocer mis problemas, pedir perdón, perdonar) entregándole mi dolor para que Él sea el que me sane.

De nada sirve saber la solución si no se pone en práctica, si no hago mi parte.

Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
– HEBREOS 4:16 (NTV)

La autora Megan Evans explica que esa rendición «no es lo mismo que darse por vencida, ...significa ponerse humildemente a Sus pies. Entonces renunciamos a nuestro deseo de control y a nuestro orgullo. Bajo el cuidado de [su] poderosa mano ..., soltamos la necesidad de saber cuándo, cómo y por qu黲. Aceptamos que lo que pasó duele, que no podemos cambiarlo pero que si podemos buscar al que nos sana.


Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas.
– SALMOS 147:3 (NTV)

Hoy quiero recordarme y recordarte que es necesario volver a lo básico, a rendirnos (haciendo nuestra parte) en los brazos de ese Dios que anhela sanar nuestro corazón roto y vendar nuestras heridas, entregandole ese dolor y perdonando, para que así Él haga su parte y ocurra en nosotros lo que debe ocurrir (dejar de tener heridas abiertas y poder cicatrizar).

Si estás buscando acompañamiento para salir de una crisis o sanar tu corazón entonces las herramientas del «Programa Hay Esperanza» pueden ser lo que necesitas.



¹(Biblia Nueva Traducción Viviente NTV, 1996, 2 Corintios 12:9).
²Evans, M. (2022, Junio 29). Rendirse no es lo mismo que darse por vencida. Proverbs 31 Ministries.

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