De shopaholic a intencional: cómo superar la adicción a las compras?

Hace muchos años, descubrir el minimalismo transformó mi relación con las cosas. Aprendí a identificar mis verdadera prioridades: los momentos y experiencias con las personas que amaba.
Comprendí que la verdadera abundancia no estaba en acumular objetos o tener un closet gigante. Lo importante era vivir con intención, rodeándome solo de mis cosas favoritas priorizando calidad sobre cantidad.
Y de alguna manera ese fue mi estilo de vida, hasta que un día ya no lo fue. Tras el divorcio volví a caer en la trampa de las compras compulsivas. Los signos eran claros: deudas crecientes en la tarjeta de crédito, un closet al que no le cabía nada más, paquetes escondidos, mentiras cada vez que alguien preguntaba si estaba estrenando. Todo esto acompañado de vergüenza, ansiedad y un abrumador estrés financiero.
¿Te puedes identificar con esta situación?
Esos comportamientos (negación, proyección, justificación) son característicos de las adicciones, consumos que realizamos de modo impulsivo, repetitivo, que, sin darnos cuenta, deterioran nuestras relaciones más importantes¹.
La buena noticia: superar una adicción a las compras o las compras compulsivas es posible si reconocemos el problema y si ponemos en práctica estrategias efectivas para ayudarnos a transformar la relación con el consumo.