Yo necesito que el empeño desesperado de reescribir el ayer deje de definir mi realidad. Necesito aceptar lo que sucedió, sin dejar que eso me robe todas mis posibilidades futuras; y aprender a seguir adelante.
– Lysa Terkeurst
Este proceso de
sanar no ha sido nada lineal. Este año que pasó, después de meses
caminando en sanidad recaí en la misma dinámica en la que había estado por
años a pesar de estar adquiriendo nuevo conocimiento y herramientas:
Haciendo cosas para agradarle a la gente y pretendiendo lograr que otra persona dejara sus adicciones e indecisión, hasta el punto en el que aunque no había ni medio fruto de transformación (tan necesaria luego de lo que llamé
la gran destrucción) yo estaba de nuevo cuestionando mi valor haciéndole preguntas como: «
Qué tengo que hacer para que quieras estar conmigo?», y angustiada por las
miradas de juicio de los demás, pensando cosas como: «
deben creer que soy una estúpida por haber vuelto a lo mismo por cuarta vez».
Fue frustrante ver que de nuevo había decidido dejar de confiar en Dios, volví a querer controlarlo todo por temor a que sucediera lo que finalmente si sucedió, asi que ahora tenía que aceptar la realidad, reconocer mis luchas, soltar mis expectativas, hacerme preguntas crudas y volver a tomar decisiones dolorosas pero necesarias independiente de lo que dijeran los demás.
Fue un «
wake me up moment» de recordar
que es necesario soltar y reaprender a vivir para no volver a lo mismo; en eso consiste
sanar la codependencia.